La Asociación Venezolana de Enfermeras nació el 25 de abril de 1941, ese día se materializó la idea de un grupo de profesionales de la enfermería, quienes designaron como primera presidenta a Paula Sanoja, una mujer nacida en Puerto Rico, que destacaba por su elevado espíritu gremial. Para esta época, la asociación agrupó a 40 representantes del gremio y fue entonces cuando el 7 de junio ese mismo año se procede al registro en el departamento Libertador del Distrito Capital, bajo el Nº 164 del protocolo, tomo VI.
Esta fecha
marcó el inicio de un importante período para el gremio en el país, pues fue
durante la gestión de la enfermera Paula Sanoja, entre 1941 y 1945, cuando se
constituyó todo el estamento legal de la Asociación Venezolana de Enfermeras.
En 1945,
asumió la presidencia de la asociación Blanca Bocaranda, quien concluyó su
período en 1947. Posteriormente, entre 1947 y 1949, Josefina Torres de Pascuali
lideró la organización. En 1949 y hasta 1952 asume la enfermera Antonia
Fernández, quien dio más impulso al desarrollo académico de la Enfermería en
Venezuela, hecho que la llevó a la reelección hasta 1957.
A partir de
1957, la presidencia de la Asociación Venezolana de Enfermeras, estuvo a cargo
de René Laya López hasta 1959, luego la asumió Felicia Cristofini entre 1959 y
1962, después Lila Carrillo de Rodríguez desde 1962 hasta 1964 y concluye esta
etapa histórica de la Asociación Venezolana de Enfermeras, Esther Tovar Ramos
en el período 1964 -1970.
En 1969 se
aprueba la creación del Colegio Nacional
de Profesionales de la Enfermería de Venezuela, durante el VI Congreso de
Enfermeras, en la ciudad de Cumaná, estado Sucre, en el cual se designa a la
enfermera Mercedes Contreras Pulido como presidenta de la institución.
La constitución del Colegio Nacional de la Enfermería de
Venezuela da inicio a una segunda etapa de la organización gremial de la
enfermería en Venezuela. Mercedes Contreras Pulido asumió el liderazgo durante
dos períodos consecutivos, 1970 a 1972 y de 1972 a 1974, en los que destacaron
diversas contribuciones a la enfermería, entre estas, el establecimiento de los
convenios internacionales con organizaciones como el Consejo Internacional de
Enfermería (CIE).
Durante el período de Contreras Pulido se logra iniciar
la licenciatura en Enfermería de la Universidad de los Andes en 1970 y también
propone la creación de la Federación Panamericana de la Enfermería (Feppen).
Entre 1974 y 1976 la presidencia del Colegio Nacional de
la Enfermería la asumió Emma Uzcátegui. Desde 1976 hasta 1978 la máxima
autoridad estuvo representada por Nimia Aguilar de Espinoza y es en este
momento cuando destaca el comienzo de un proyecto de propuestas de beneficios
laborales que se concretaron en la gestión de Noemí González de Velasco entre
1978 y 1980. Durante este período, se aprueba, por Resolución Ministerial
publicada en la Gaceta G73/G/74, la reducación de la jornada laboral, de ocho
horas a seis horas, convirtiéndose Venezuela en el primer país donde las
enfermeras obtienen este beneficio.
Entre 1980 y 1982, Beatríz Dicuru preside la
organización con una destacada gestión, posteriormente, Josefina Alcalá dirigió
el gremio entre 1982 y 1984. A partir de 1984 y hasta 1986 la presidencia del
gremio estuvo a cargo de Lesbia Roja, quien dio un impulso sociopolítico a la
enfermería venezolana con diversos programas de enfermería. Desde 1986 hasta
1988 le correspondió a María Marichales de Rondón llevar las riendas del
Colegio Nacional.
De 1988 a 1990 la responsabilidad del gremio estuvo en
manos de la destacada enfermera Olivia Margarita Zurita, quien tuvo la idea de
presentar un proyecto de convención colectiva de trabajo para enfermería y
además logró establecer importantes relaciones y contactos políticos que
ayudaron a la consecución de los objetivos de su propuesta. Así mismo, Zurita
realizó una alianza estratégica con la Confederación de Trabajadores de
Venezuela (CTV), preparando el escenario para lograr los resultados que se
proponía.
Olivia Margarita tenía como propósito constituir la
Federación de Colegios de Enfermeras de Venezuela, hecho que pudo ver
materializado en 1990. Esta Federación quedó inscrita ante la Inspectoría
Nacional del Trabajo, bajo el Nº 10, folio 6 del libro de registro respectivo,
de fecha 9 de enero de 1992. Este paso fue uno de los más importantes en la
historia de la enfermería venezolana, pues le dio a la Federación carácter
sindical, lo que le permitió discutir y negociar las convenciones colectivas de
trabajo, actas convenios y otros acuerdos legales en el orden social, cultural,
económico y laboral.
En la actualidad, la Federación de Colegios de Enfermeras de Venezuela, está conformada por 35 colegios del país. La tercera etapa histórica del proceso gremial de la Enfermería en Venezuela inicia con la segunda gestión de Olivia Margarita Zurita, durante el período 1990 - 1993, cuando se consolida la Federación como organismo gremial, se actualizaron los estatutos y todos los procesos legales.
Otro gran logro de la Enfermería Venezolana fue la firma
del primer contrato colectivo de trabajo de las enfermeras, que se realiza con
el Ministerio de Salud y el Ministerio del Trabajo.
Entre 1993 y 1995, la responsabilidad del gremio de
enfermería en el país, estuvo a cargo de Victoria Elena Villarroel, quien fue
reelecta para el período 1995-1998 y además logro importantes beneficios para
las enfermeras con la discusión y firma de la segunda convención colectiva del
trabajo. Durante su gestión también se eliminó la figura de auxiliar de
enfermería y se avanzó en la profesión de los Bachilleres Asistenciales,
mención Enfermería.
En el año 1999 y hasta 2002 asumió el liderazgo del
gremio Fanny Moreno, una destacada profesional que ejerció su cargo con amplia
participación y es en su gestión, cuando se firma la tercera Convención
Colectiva de Trabajo entre la Federación y el Ministerio de Salud. Luego de
este logro, no se han dado discusiones en los últimos 22 años, lo que sí se
materializó en período fue el Primer Confederado Mundial de Enfermería en la
ciudad de Maracaibo, caracterizado por un importante desarrollo en el ámbito
académico y científico.
Posterior a la firma de la Convención de Trabajo se
firmó un acuerdo de homologación de sueldos con los médicos de acuerdo a su escalafón,
logro que se perdió una vez concluida la gestión de Moreno.
Autor: Dr, Nelsón Alexander López Cuencas.
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