Es tiempo oportuno para solemnizar a un ser humano como pocos, que cumplió su rol desde el amor, la dedicación, con responsabilidad, mística, compromiso y vocación, se trata de la profesional de la enfermería Lesbia Teresa Rojas Gonzales, hija de padres sencillos, quienes le enseñaron el amor al prójimo y ella supo manifestarlo en cada acción.
Lesbia Rojas nació en Aragua de Barcelona, estado Anzoátegui el 22 de enero de 1930 y falleció a los 94 años, el 16 de agosto de 2024, en la residencia de su hermana, en la urbanización Los Naranjos de Caracas.
Vivió en Montalbán, Caracas, era la mayor de 10 hermanos, hecho que le permitió construir un carácter fuerte, decisivo y persistente a lo largo de su trayectoria. Su vida se caracterizó por la disciplina en todo lo que se trazaba.
Quienes conocieron a Lesbia, la definen como una mujer extrovertida, que disfrutaba de la tranquilidad y los paisajes del campo, amaba la música clásica, la de Billo’s y no le gustaba el género salsa.
Esta destacada enfermera, desde muy joven, se dedicó a apoyar en el cuidado de sus hermanos, tal vez, esto forjó en ella la vocación de cuidar y tiempo después inició sus estudios de enfermería.
Lesbia comenzó un nuevo reto, ser enfermera. Estudió en la Escuela Nacional de Enfermería (ENE) en el Hospital Universitario de Caracas, se graduó en la década de los 50 e inició su andar en esta profesión, fuera de las directrices de los profesores, para ser ella la gestora absoluta de su caminar.
En 1960 fue supervisora general asistencial del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) y en el Instituto de Previsión y Asistencia Social para el personal del Ministerio de Educación (Ipasme). Su desempeño la llevó a ser la directora del servicio de salud de Ipasme entre 1966 y 1967. Tiempo después, ejerció funciones en el Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño en el horario nocturno y una vez cumplido los años de servicio, finaliza su rol en el área asistencial dentro de los centros de salud. Lesbia fue jubilada como enfermera III, adjunta de la Enfermera Jefe en el año 2000.
Dentro de sus funciones como enfermera, siempre tuvo presente el deber gremial. Con una actitud optimista, emprendedora, con excelentes habilidades para negociar y conciliar frente a situaciones propias del gremio, logró múltiples beneficios que fueron y son la base de la incansable lucha del gremio.
En 1960, Lesbia conformó el Sindicato Unión de Enfermeras titulares y, al mismo tiempo, nació Fetrasalud, a través de alianzas políticas.
Lesbia fue una fuerte protestante en asambleas gremiales, razón por la que fue denunciada ante el Tribunal Disciplinario, desde donde, se tomó la decisión de suspenderla. Sin embargo, esta acción no la apartó de su norte para exigir y lograr mejorar contundentes, claras y sostenibles para la enfermería. En 1984, fue electa Presidente del Colegio Nacional de Enfermería, a sus 54 años de edad.
Durante su gestión logró el convenio 149 de la Organización Internacional del Trabajo, con el cual se reconoce el papel crucial que desempeña el personal de enfermería y otras categorías de los trabajadores de la salud, en beneficio del bienestar de la población. Este convenio, gracias a la contribución del diputado Ismario González, se hizo ley supranacional en Venezuela y sirvió de base para los acuerdos laborales, durante el mandato presidencial de Luis Herrera Campins.
En 1985, último año de gestión de Lesbia, durante el período en la Presidencia de la República del Dr. Jaime Lusinchi, se cerró la formación de bachilleres asistenciales en enfermería y se creó el Técnico Superior Universitario (TSU). También se crea el Himno del Colegio Nacional de Enfermeras con letra del Dr. Carlos Arocha Luna y música del compositor Gilberto Mejías Palazzio.
Lesbia Teresa trabajó en equipo con los colegios y fue cuando se dio la modificación de los Estatutos de la Asociación Panamericana de Venezuela.
Rojas González, es considerada una figura invaluable, que siempre estuvo presta para su gremio. En 2019, intervino en el conflicto de la Federación de Enfermeros, donde ejerció funciones como presidenta del Consejo Consultivo.
Estas líneas son solo una pequeña muestra del andar de su vida, en la que tuvo numerosos reconocimientos por sus esfuerzos, el tiempo y la dedicación que le entregó a la enfermería venezolana.
Desde el gremio de enfermeros aseguran que su amabilidad, carisma, conocimiento, empatía, perseverancia y decisiones asertivas hicieron avanzar la enfermería en el país, por lo que siempre le estarán agradecidos.
Condecoraciones de nuestra líder.
"Honor a Quien Honor Merece".
Compilación. Carmen Álvarez
Fuente: Olivia Zurita